Dejo a la marmota esa decidiendo si se va o se queda y paso a mostraros una receta que va a hacer las delicias (captáis la ironía) de todos los que os atreváis a llevarla a cabo.
¿Qué vamos a necesitar? Pues de entrada arroz hervido, no se os ocurra preguntar cómo se hace, repasad los apuntes o aún más fácil vais al Restaurante Chino de la esquina y compráis una ración de arroz y ya está.
Un bol de cristal tallado o porcelana, como sea pero que quede bonito y decorativo.
Velas, si son perfumadas mucho mejor.
Una alfombra bien mullida, si es imitación de piel de oso o tigre dará un toque salvaje muy interesante a la receta, repito IMITACIÓN, no seáis brutos y despellejéis a ningún animalito como estos, que capaces sois.
Un cojín de plumas, si de plumas, nada de espuma ni vulgaridades semejantes.
Y como pieza fundamental un/a ayudante de cocina. Que sea vuestra pareja o alguien contratado ex profeso es algo que dejo a vuestra elección.
Empezamos la preparación caldeando la casa, quien disponga de chimenea que aproveche y la llene de tronquitos chispeantes y quien no que tire de estufa, calefacción central o lo que tengáis a mano.
Nos damos una larga ducha o un buen baño al que habremos agregado sales perfumadas, nos envolvemos en una toalla, o una bata de seda, o en una boa de plumas de caribú (DE PLUMAS INSISTO, las de verdad como esta ni mirarlas)no voy a ser estricta con eso cada uno que se apañe con lo que tenga, pero eso si hay que quedar estiloso.
Apagamos las luces, encendemos las velas, estiramos la alfombra en el suelo lo más cerca posible de la fuente de calor y colocamos el cojín donde calculemos que irá a parar nuestra cabeza
Nos deshacemos de nuestros exiguos ropajes y nos tumbamos boca arriba sobre la alfombra en pelotilla picá, apoyando la cabeza con suavidad en el cojín.
Y aquí entra en juego el/la ayudante, para empezar con la:
1ª Delicia.- Debe coger el bol delicadamente y rociar nuestra cara con algunos granos de arroz especialmente en la zona de los ojos y la boca, luego deberá recogerlos uno a uno usando solo la lengua o los labios.
2ª Delicia.- Nos damos media vuelta. El/la ayudante repetirá la operación pero esta vez rociándonos de arroz desde la nuca hasta las plantas de los pies y recogiéndolos como en el apartado anterior.
3ª Delicia.- Otra vez media vuelta. Repetir los gestos cubriéndonos de arroz desde el cuello hasta el dedo gordo de los pies. En esta fase se permite el uso de dedo índice para la recogida de granos, pero siempre con suavidad y si previamente se ha humedecido convenientemente con nuestra propia saliva.
Y ya está, receta completa… en los postres no me meto, allá cada cual con el uso que haga del/la ayudante ocasional o no.