Sola, fané y descangallada la vi esta madrugada salir del cabaré.
Flaca dos cuartas de cogote y una percha en el escote bajo la nuez.
Chueca vestida de pebeta, teñida y coqueteando su desnudez.
Parecía un gallo desplumao mostrando al compadrear su cuero picoteao
Yo que sé cuanto no aguanto más al verla así rajé pa no llorar.
Y pensar que hace diez años fue mi locura
Que llegué hasta la traición por su hermosura
Esto que hoy es un cascajo fue la dulce metedura donde yo perdí el honor
Que chiflao por su belleza le quite el pan a la vieja
Me hice ruin y pechador
Que quedé sin un amigo que viví de mala fe
Que me tuvo de rodillas sin moral hecho un mendigo cuando se fe
Nunca creí que la vería en un requistin pace tan cruel como el de hoy
Miren si no hay pa suicidarse que por ese cachivache sea lo que soy
Fiera venganza la del tiempo que le hace ver desecho lo que uno amó
Este encuentro me ha hecho tanto mal que si lo pienso más termino envenenao
Esta noche me emborracho bien, me mamo bien mamao pa no pensar.
Esto es un pequeño homenaje a un hombre que cantaba como los ángeles aunque nunca pasó de ser un esforzado camionero: mi padre
Nunca la oí en otra garganta aunque supongo que Gardel la cantaba, pero yo sólo la recuerdo con la voz de mi padre. A pesar de los años transcurridos la tengo grabada en la memoria, música y letra, el porqué no soy capaz de entenderlo y mucho menos de explicarlo pero ahí está en un pequeño rinconcito de mi cerebro como recuerdo permanente a mi padre.
Con él murió su voz pero no su recuerdo en mí corazón.
Con él murió su voz pero no su recuerdo en mí corazón.
Gràcies papa. T’estimo.