Como muchos ya sabréis un terrible acontecimiento se ha abatido sobre los apacibles cielos virtuales de nuestra Villa y Corte.
¡El Zagal Bigotudo ha cerrado las puertas de su mansión! ¿Qué ha pasado? ¿Cuáles puedes ser las razones de tan repentino abandono de sus deberes para con sus fieles tabaquistas?
Rumores, murmuraciones, susurros cruzan las plazoletas y van de aquí para allá buscando oídos en los que arraigar. Pero ¡Ah! Callad bocas salaces pues el Zagal Bigotudo anuncia su regreso a través de varios de sus fieles seguidores.
Vale -dice una- Vale yo sigo aquí esperándole porque sé que volverá, al igual que volvió el Gran Maestro Desempaquetador al cual dediqué el Facemuro. Otro Facemuro florece ahora en honor y memoria del Zagal Bigotudo, no desesperéis tabaquistas él volverá, como las flores en primavera y yo que formo parte de su vida os lo aseguro (aunque hay quien dice que asegurar lo que se dice asegurar no puede asegurar nada)
La que ha sido la mano derecha de este admirable mozo se dirige a sus seguidores con estas palabras de aliento:
-Saluditos, estamos bien, el Zagal está bien, pero las rutas de transporte de información han desaparecido y le resulta imposible por el momento empaquetar y desempaquetar nada, pero no desfallezcáis, volverá y levantará una nueva mansión y todos seréis recibidos con los brazos abiertos.
¡Aleluya! gritan los tabaquistas, mas la adicción es grande y las sucursales que ofrecen los mismos productos que el Zagal son muchas, y allí acuden ansiosos por adquirir su paquete salvador.
La Segunda Gran Diáspora ha comenzado, tabaquistas de todo el orbe buscan desesperados cualquier espacio que les ofrezca placer-¡Te esperamos!-gritan, pero se les ve rebuscando en los almacenes de sucursales otrora maldecidas, si, se les ve.
La fidelidad de los tabaquistas es cosa a cuestionar, hablan con doble lengua puesto que su adicción puede con su voluntad.
Eso lo sabe el Zagal Bigotudo, ¿y que augura él? No augura nada, el silencio ha caído sobre sus manos, y sólo sus más íntimos se dirigen a la plebe.
Y en este punto me veo en el deber de constatar que la respuesta al abandono del Zagal no alcanza ni de lejos las cotas a las que se llegó con la desaparición del Gran Maestro Desempaquetador y de él se dice que se halla sentado en una cómoda butaca frotándose las manos y con una burlona sonrisa titilando en su boca.
Como siempre muchos otros rumores han corrido
–La mansión se le hizo pequeña- decían un grupo de Brujitas-por él mismo lo supimos.
-No, no, que le cerraron la mansión aunque no se sabe que oscuras fuerzas lo hicieron –decían otros grupos apostados frente al cerrado portal.
-Es que no era suya- apuntaban unos.
-Que ya pasó antes con otra mansión que poseía- cuchicheaban otros-un día pasó por el portal un antiguo socio y le acusó de abandono.
-Shhhh callad, callad- chistaban algunos tímidamente, ya sabéis que no les gustan los debates, si pasó o no, no nos importa, mantengamos la armonía, la paz y el amor entre nosotros.
Nada de todo esto se sabe si es verdad o mentira y a falta de la palabra del propio Zagal debemos creer en lo que sus altavoces humanos difunden y es que ¡El Zagal Bigotudo volverá!
Y como siempre esta Cronista estará a vuestra disposición para relatar lo que afecte a esta Villa y Corte Virtual.
He dicho.