BERBERECHOS AL VAPOR



Mientras la pusilánime entabla relaciones con su nueva tele, voy a aprovechar para seguir con una receta ultra magnífica.
Estamos en la estación idónea para llevar a cabo este fácil pero sabroso plato.
Como siempre empezaremos por los utensilios necesarios:
Abriremos de par en par todas las ventanas de la casa y por supuesto apagaremos cualquier tipo de calefacción.

Nos arrebujaremos con Un gorro, unos guantes, una bufanda y en general todo tipo de ropa de abrigo que encontréis por ahí.


Es cuanto a los berberechos depende del tipo de bicho que compréis.

Yo siempre los he visto así  o así, pero una leyenda urbana dice que en realidad son así, ni caso, si los que tenéis son los del primer tipo tal vez necesitaréis un abrelatas, por lo que aconsejo os hagáis con los que van en plato, para ello no tenéis más que ir al mismo bar de la esquina donde conseguís el cubata.
Bien ya lo tenemos todo a punto.

Ponéis el plato con los berbes (así les llamo yo en confianza) en la mesa, a estas altura supongo que estaréis cagaítos de frio, no hace falta esperar a que os cuelguen carámbanos de la nariz, con que tiritéis cual humanos cascabeles basta.
Os ponéis cerca de los berbes, colocáis las manos ahuecadas una a cada lado de la boca y les echáis el aliento que no será aliento será vapor.
Si superáis la neumonía podréis disfrutar del rico sabor de los excelentes y únicos berberechos al vapor marca Cocina Excelsa.

Si no es así y la palmáis los de la funeraria os lo agradecerán, estos por ejemplo no tomaron las precauciones adecuadas
Y nada más por hoy queridísimos y aplicados alumnos que la pusilánime a apagado la tele y viene para acá a cortarme las alas.