Que no sé como sacármelo de encima oyes, se vino con una ouija, se ha aposentado en el sofá y no hay quien le mueva.
Y encima está cabreado como una mona. Dice que es culpa mía que esté aquí perdido e incorpóreo.
Es cierto que hice una ouija pero yo a este tío no lo conozco, yo pedí hablar con el calvo de la lotería (si es que está muerto) o con cualquiera que me dijera el número que va a tocar y me cayó este que no sabe na de na.
Calvo sí es pero no sabe nada de números ¡dice que es asnalfabeto! Y que eso de la lotería no sabe qué es, que estaba en un loquero y que de golpe se vino para aquí. Yo pedí uno de la lotería, no de la loquería ¡qué inútiles los encargados del limbo!
Anda todo el día con un cuchillo enorme en la mano gritando ñigo, ñigo y haciendo como que apuñala a alguien, la suerte es que el cuchillo es tan etéreo como él.
Mis pobres gatos parecen plumeros, todos los pelos de punta, nunca antes habían dicho ni miau pero ahora chirrían y se me desparraman por la casa buscando al muerto pero como no lo ven no pueden echarle las uñas, y saltando por ahí se arrean cada leche de tres pares de narices, se me van a escoñar por culpa del no respirante éste.
Hoy ha venido una amiga y la ha acuchillado como 14 veces, la pobre no entendía porque la meneaba yo de aquí para allá, pero es que me daba grima ver cómo le clavaba el puñal aunque sea de humo.
Al principio llamé a mi casera a ver si había suerte pero se hartó de apuñalarla y sigue vivita y coleando y encima dice que como el piso está tan bien conservado que me sube el alquiler ¡este espíritu me va a matar pero a disgustos!
He consultado a brujos, espiritistas, médiums y parasicólogos en general, me han rapiñado los cuartos pero el espíritu sigue aquí.
Hubo uno que me dijo que lo mejor era traer otro muerto para que se lo llevara, ¡si hombre no me faltaría más que otro descarnado rondando por la casa!
Me pone la casa perdida el cerdo este, le da por beber pero todo lo que se mete cae directo al suelo, además cuando anda por ahí suena chof chof, porque dice que se ahogó, y por lo visto una vez te mueres ya no te secas, estas mojado para toda la eternidad.
No sé qué hacer, no me sirve ni para espantar a las visitas porque no le ven ni le oyen, ni le huelen que yo sí y apesta el pobre, lleva una anguila medio metida en el bolsillo y varias lapas en la cara, todos muertos claro ¿y las algas? ¡Puaj y pensar que yo como eso en los chinos!
He pensado hacer otra ouija y obligarlo a meterse en el vaso a ver si vuelve por donde vino pero me da miedo que en lugar de eso me caiga otro muerto.
Además dice que ya que ha vuelto seguirá son su afición que es matar gente, que manía el tío, por mucho que le diga que es un ectoplasma y que no puede matar ni una mosca no me escucha y sigue con el ñigo ñigo, una pesadilla vaya, hasta me da un poco de penita, porque mira que tiene ganas de despanzurrar a alguien.
Menuda lotería me ha tocado, eso me pasa por jugar con vasos y cosas que no entiendo, los vasos para beber y las letras para escribir.
Si se os ocurre algo efectivo os lo agradeceré.