Antes que nada quiero dar las gracias a quienes se han preocupado a causa de mi inexplicada ausencia, mi salud es la misma de siempre o sea a trancas pero bien, digo que mi ausencia es inexplicada que no inexplicable, tiene una fácil explicación: el ataque de los electromaléficos.
Estaba yo tan contenta escribiendo una aclaración a la inocentada de los euros cuando mi PC pareció echarse un pedo, sonó como así pzzzzp más o menos y después de esto se murió, nunca más he conseguido ni siquiera ponerlo en marcha. Las fechas no eran las propicias para que nadie viniera a repararlo, pero el mecánico al cual conozco desde hace años, tuvo la amabilidad de venir después de su horario de trabajo, lo miró, lo destripó un poco, me quitó de las manos la maza con los que amenazaba al monstruo electromaléfico y me informó de que parecía un fallo mecánico, es decir, un cable desconectado o quemado, un fusible espachurrado, o algún filamento de alguna parte que por algún motivo había fallado, o sea que hay que despanzurrarlo del todo y comprobar enchufito por enchufito, cable por cable etc. ¿tengo razón o no cuando digo que los electromaléficos me odian? Porque al resto del mundo se les estropea por motivos de programación o algo así de manera que reinstalan los programas y ya está pero a mí no, a mí se me funde quien sabe que mierda de hilillo al que hay que buscar con lupa y eso no es todo, el otro día mi microondas estuvo a punto de ahogarme.
Puse un par de panecillos congelados a tostar, es algo que hago desde hace años, me conozco los pasos a seguir al dedillo: pongo la rejilla, sobre ella los panecillos, cierro la puerta, pongo el mando en la señal con onditas (grill), giro el otro mando a 5 minutos de tueste, cierro la puerta y me largo hasta que oigo el cliiiiiing. Seguí el rito, o eso creía porque antes de los 5 minutos lo que noté no fue el cling sino un olor a quemado que tumbaba, fui corriendo a la cocina, me puse delante de micromaléfico y abrí la puerta y ahí es donde el monstruo intentó sofocarme, me echó tooooooda la humareda (que era mucha y espesa) directamente a la garganta, lloriqueando e intentando coger aire conseguí llegar a la ventana y abrirla de par en par. Ahogarme no me ahogué pero me cagué de frio.
De manera que me alegro de haber dejado atrás el 2009, porque muy propicio no ha sido la verdad.
Escribo esto en un portátil que me ha dejado mi amable mecánico, pero dentro de un rato se lo lleva, así que hasta que no me devuelvan mi ordenamaléfico seguiré sin escribir, me dice que no crea que tarde más de una semana, confiemos en que así sea.
Como no puede hacerlo en su momento lanzo mi deseo de que 2010 os resulte mejor que 2009 pero peor que 2011 (menos mal que mi amigo el 0 sigue con nosotros).
Hasta pronto. Quien sepa rezar y crea en ello que rece para que me devuelvan el trasto cuanto antes porque a pesar de que él me odia yo le amo y necesito tenerlo conmigo.
Besos, abrazos y otra vez gracias. Volveré y no es una amenaza es una promesa.
