Mientras
revoloteaba de aquí para allá zumbando feliz, he visto un anuncio
que me ha hecho parar y reflexionar, os pongo en antecedentes; se ve
un teatrillo en el que un príncipe lucha denodado contra un dragón,
a su lado apoyada en un árbol la princesa, de sopetón la princesa
se larga, por lo visto le aburre la obra, se sienta, come una galleta
y ¡puf! Tiene una revelación galletera, mira con intensidad un peto
y una espada colgadas de un perchero frente a ella y aparece de nuevo
en el escenario cubierta con el susodicho peto y blandiendo la
espada, se produce el siguiente diálogo:
Príncipe:
-Princesa, yo te salvaré.
Princesa:
(Pegándole un empujón al pobre príncipe que un poco más y lo deja
cual tapiz pegado a la pared) -No hace falta príncipe, ya puedo yo
¡Jum! Y se lanza a la lucha contra el malvado dragón.
Vamos
a ver señores publicistas, para hacer este tipo de anuncios ¿Vds.
han estudiado algo? Humanidades no desde luego, ni relaciones
sociales y educación no sé yo, porque vamos a imaginar el siguiente
diálogo en lugar del que ustedes han sido capaces de elaborar:
Príncipe:
-Princesa yo te salvaré.
Princesa:
(Sin empujar) Gracias príncipe, creo que ya puedo yo ¡Jum! Y se
lanza a la lucha contra el malvado dragón.
¿Ven
la diferencia? Dos palabras, sólo dos palabras "gracias" y
"creo"
Para
clarificar el tema vamos a trasladar la situación a la vida real:
Escenario:
Un paso de peatones sin semáforo en la ciudad, peligro, peligro,
peligro grita tu cerebro, a tu lado una persona que por alguna razón
desconocida crees que necesita tu ayuda, te acercas y se produce el
siguiente diálogo:
1ª
opción de diálogo:
Tu:
-Le echo una mano
La
persona: -(Te pega un codazo en el estómago que te deja sin
respiración y te espeta) No hace falta tontolaba, ya puedo yo y se
lanza a cruzar la calle.
¿cual
sería tu respuesta inmediata? Pues pensarías "anda y que te
den" y correrías a buscar el hospital más cercano para
asegurarte de que no te ha roto una costilla (exagero ya lo sé pero
un poco de humor nunca viene mal)
2ª
opción de diálogo:
Tu:
-Le echo una mano
La
persona: -Te mira y responde : Gracias, creo que ya puedo yo y se
lanza a cruzar la calle. Tu respuesta sería seguir pendiente de esa
persona por si acaso pasara algo malo echarle la mano ofrecida.
Eso
es humanidad, generosidad, saber agradecer una mano tendida aunque no
la necesites, es humildad al reconocer que "crees" que
podrás con el reto y también es valor ya que te pones en peligro por
proteger a alguien que, tal vez equivocadamente, crees que te
necesita.
Está
bien que queráis transmitir que las galletas infunden valor y coraje
y autonomía pero no es eso lo que habéis hecho señores
publicistas, habéis convertido a una supuesta princesa en peligro en
una marimacho, mandona, agresiva, desagradecida y maleducada, y al
supuesto príncipe valiente en un piltrafilla bueno para nada, no sé
si eso es lo que los dueños de las galletas pretendían transmitir a
los posibles compradores de su producto, yo si fuera humana y chico
no comería esas galletas por si aca, no fuera caso que una aguerrida
guerrera galletera me convirtiera en felpudo.
Dos
palabras, "gracias", y "creo" hubieran convertido
vuestro anuncio en algo válido y no en un alegato a la mala
educación.
Que
los hombres se equivocan muchas veces creyendo que las mujeres no
pueden hacer ciertas cosas, si; que los roles establecidos dicen que
los hombres tiene que pegarse con otra gente y las mujeres coser y
planchar etc., si, que todo esto es erróneo, si, pero una cosa es
eso y otra cosa no saber diferenciar entre una ayuda bienintencionada
aunque equivocada y una imposición, la primera merece un "gracias
pero creo que puedo arreglármelas", la segunda tal vez merezca
un buen empujón.
Conclusión,
señores dueños de las galletas con un principito pintado en el
envoltorio, sus galletas estarán ricas pero su anuncio apesta.
¡Jum!